Universidad, siete de la tarde. Tras un examen muy raruno de más de tres horas en el que se nos pedía que comentasemos el concepto de 'puntuación' de Bateson (algo un poco imposible puesto que dicho concepto es de Watzlawick, pero bueno) nos dirigimos al aparcamiento de la facultad para bajar juntas en coche hasta la ciudad. Yo conduzco y ella es la copilota. Meto la llave, embrague, primera, tomo la rotonda, segunda salida, dirección Barcelona. Ibamos las dos berreando como de costumbre esa canción de Los Seis Días, cuando de repente me suelta el bombazo:
-En dos semanas me voy a VIVIR a Monterrey.
Pego volantazo, me pita el coche de atrás y de poco me como el camión que estaba adelantando en ese preciso momento. No, mi amiga no eligió el mejor momento para evaluar mis habilidades automovilísticas. Estamos vivas de milagro, bueno tampoco es eso, pero me encanta dramatizar ;)
-¿Cómo? ¿Monterrey? ¿Qué se te ha perdido a ti en Monterrey? ¿Eres consciente de que hace unos días ejecutaron a cinco personas? ¡Te van a matar! (ya os he dicho que me ENCANTA dramatizar)
-¡Pero si no voy ni a llegar! ¡cómo sigas conduciendo de esta manera me matas tu antes!
-Uhmmmm, vale tienes razón.
Pocos quilómetros, una Ronda Litoral y una Gran Vía después nos metimos en un bar y me lo contó todo con calma y sin el peligro ya de empotrarnos contra una mediana. Resulta que le han dado una beca y se va en julio a estudiar allí. Me ha prometido mantenerse al margen del narcotráfico, beber mucha corona y mandarme muchas postales del Día de los Muertos. Así que yo ya me he quedado tranquila :)
Y para celebrar tal acontecimiento he cocinado esto:
Pon en una sartén una cebolla finamente troceada y cuando empiece a estar doradita añádele carne picada (yo he usado de ternera, pero eres libre de experimentar con otras carnes) y cuando empiece a estar cocinada añade una lata de maiz dulce, una de tomate troceado y salsa tabasco al gusto. Deja que haga "chup-chup" un ratejo y apaga el fuego. Reparte la mezcla en cazuelitas de barro y pon por encima un poco de queso machego rallado. Al grill para que se deshaga y ¡a comer!